En medio de la recesión económica global, naciones de todo el mundo están buscando maneras efectivas de afrontar los desafíos económicos. Entre las principales economías mundiales, Estados Unidos ha destacado sobre Europa al mantener un sólido crecimiento económico, un mercado laboral robusto y una inflación que muestra una notable disminución.
De hecho, en lo que respecta al PBI, EE.UU. experimentó un incremento del 3,3% durante el último trimestre de 2023, superando las proyecciones iniciales de los expertos económicos que lo estimaban en un 2%. Por lo tanto, las proyecciones para 2024 indican que EE.UU. está en camino de superar significativamente a otras economías mundiales.
En un informe reciente de McKinsey titulado “Accelerating Europe: Competitiveness for a new era”, se señala que los ingresos per cápita de los europeos fueron un 27% más bajos que los de los estadounidenses, una disparidad que no se observaba desde 1970. De hecho, según datos del Banco Mundial, la renta per cápita de Estados Unidos era el doble que la de la Unión Europea en términos nominales y en paridad de poder adquisitivo, llegando incluso a ser hasta 1,4 veces mayor.
Pero, ¿cuáles son los factores de éxito que consolidan la hegemonía de los Estados Unidos sobrepasando a la débil economía europea?
- La influencia accionarial de Estados Unidos.
En la actualidad, las acciones europeas se negocian con un descuento del 15% superior al promedio, considerando una métrica de relación precio-beneficio neutral. Además, se estima que la región está significativamente subvaluada, ya que ha experimentado numerosas salidas de fondos durante el último año. Por otro lado, las inversiones en Estados Unidos están experimentando un aumento y se encuentran en niveles récord.
- Poderío industrial sólido.
Estados Unidos actualmente representa el 16,8% del volumen de producción industrial mundial, lo que desempeña un papel crucial en el PIB del país. En 2018, esta producción superó los 2,3 billones de dólares. La industria es responsable del 11,6% del resultado económico total del país y contribuye con casi la mitad de todas las exportaciones registradas.
- Inversión masiva en la economía.
En 2020, el Congreso de Estados Unidos aprobó una Ley de Estímulo Económico que implicó una inyección de efectivo de 2,2 billones de dólares destinados a hogares, familias y pequeñas empresas estadounidenses. Esta medida refleja la continua atención del gobierno de Biden hacia la protección de las pequeñas empresas y la fuerza laboral empleada.
En total, se inyectaron alrededor de 5 billones de dólares como una medida contundente del gobierno de Estados Unidos para enfrentar la crisis económica generada por la pandemia. Esta acción tiene como objetivo evitar la repetición de los errores cometidos durante la crisis económica de 2008 y 2009. Como resultado, Estados Unidos logra mantener el gasto de los consumidores, que representa el 70% de la actividad económica.
Aunque los países de la Unión Europea cuentan con una red de seguridad social más robusta que Estados Unidos y han podido adaptar los programas existentes sin aumentar el gasto, no han podido cerrar la brecha económica a corto plazo.
- Mercado laboral flexible.
Es destacable que, a pesar de la alta inflación, el mercado laboral se ha convertido en el impulsor principal de la economía estadounidense, solo superado por el gasto del consumidor. La tasa de desempleo en Estados Unidos ha estado por debajo del 4% desde febrero de 2022. Los trabajadores despedidos en Estados Unidos tuvieron acceso a beneficios de desempleo extendidos.
A pesar del notable aumento de los precios, los salarios reales también han experimentado un crecimiento gradual, lo que ha llevado a un aumento de la productividad en 2023 a tasas más altas que en años anteriores.
A diferencia de la Unión Europea, Estados Unidos cuenta con leyes laborales flexibles que permitieron a las empresas reducir sus plantillas al comienzo de la pandemia. Esto les permitió adaptarse a los cambios significativos en las inversiones en nuevas tecnologías. Se implementaron prácticas como el auto pago y el registro móvil en el sector hotelero, lo que hizo que los negocios fueran más ágiles, eficientes y requirieran menos personal.
- Autosuficiencia energética.
De manera similar, Estados Unidos ha consolidado su posición como exportador neto de energía, lo que ha contribuido a su fortaleza económica. Por lo tanto, tras el estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania, Europa sufrió más las consecuencias negativas y el impacto, especialmente Alemania, un importante motor manufacturero europeo, que importaba la mayor parte de su gas natural de Rusia.
El aumento de los precios de la energía llevó a un aumento de la inflación en Europa, lo que provocó un “doble impacto”. En este sentido, los precios del gas en Europa aumentaron casi un 20% entre principios de 2021 y 2022, mientras que en Estados Unidos solo aumentaron entre un 3% y un 4%.
Como resultado, la inflación en Estados Unidos se ha moderado a un ritmo más rápido que en Europa, y se espera que esta tendencia continúe durante varios meses más.
Fuente: Estrategias de Inversión.