La Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China reveló un conjunto de medidas para impulsar la economía, pero no incluyó grandes iniciativas de gasto, lo que fue considerado “insuficiente” por el sector empresarial y decepcionó a los inversionistas en los mercados bursátiles. Pekín intenta nuevamente reactivar su economía interna, que aún no logra recuperarse completamente.
Este martes 8 de octubre, la CNDR mencionó las políticas del gobierno que buscan alcanzar un crecimiento económico del 5% para fin de año, una meta que algunos analistas ven como optimista, previendo un crecimiento más cercano al 4.8%.
China busca revitalizar su debilitada economía con un plan de incentivos económicos.
Aunque la CNDR anunció que las nuevas medidas se enfocarán en fomentar la inversión y el gasto, con un énfasis en apoyar a pequeñas y medianas empresas que suelen estar en desventaja frente a las grandes corporaciones estatales, gran parte de los detalles ofrecidos se concentraron en aspectos técnicos, como la regulación de pagos, la gestión de proyectos y el uso de bonos para financiar estas iniciativas.
El plan incluye adelantar 14.100 millones de dólares del presupuesto gubernamental para 2025, además de 14.000 millones adicionales para proyectos de construcción, en un intento por revitalizar el sector inmobiliario, que ha enfrentado una crisis prolongada.
Sin embargo, los 28.000 millones de dólares anunciados están muy por debajo de las expectativas de varios analistas.
China intensifica sus esfuerzos de estímulo económico para alcanzar sus metas de crecimiento.
Tao Wang, economista jefe de UBS para China, señaló en un comunicado que los mercados esperaban “probablemente un estímulo fiscal significativo”. Wang estimó que sería más realista esperar un paquete de entre 210.000 millones y 280.000 millones de dólares a corto plazo, con la posibilidad de que se sumen entre 280.000 millones y 420.000 millones adicionales en 2025.
Sin embargo, los planes anunciados el martes resultaron ser fragmentados, lo que decepcionó a los inversores que anticipaban acciones más audaces. Como resultado, el índice de Shanghái perdió una ganancia inicial del 10%, cerrando finalmente con una caída del 4,5%. De manera similar, el índice Hang Seng de Hong Kong cerró con una baja del 9,41%.
Fuente: France24.