El gobierno chino planea reforzar los bancos, respaldar el mercado inmobiliario y fomentar el consumo para reactivar la economía tras un crecimiento débil en 2023.
El 12 de octubre, China anunció que incrementará considerablemente el endeudamiento público a través de bonos especiales para estimular su economía desacelerada y dar impulso al sector inmobiliario y bancario. Este anuncio se suma a una serie de medidas recientes, como la reducción de las tasas de interés, con el objetivo de fortalecer a los bancos, apoyar el mercado inmobiliario y fomentar el consumo.
Además, China permitirá que los gobiernos locales incrementen su deuda para financiar la compra de terrenos urbanizables, buscando reactivar el mercado inmobiliario, que ha estado estancado durante algún tiempo.
El ministro de Finanzas, Lan Fo’an, no proporcionó detalles sobre los bonos especiales anunciados, pero aseguró que China aún tiene espacio para aumentar su deuda y déficit con el fin de financiar nuevas medidas. En 2023, China experimentó uno de sus crecimientos más bajos en tres décadas (5.2%), aunque algunos economistas cuestionaron esta cifra.
Lan mencionó que China está acelerando la emisión de bonos del Tesoro adicionales y bonos especiales a largo plazo, con un total de 2.3 billones de yuanes (aproximadamente 325,000 millones de dólares) disponibles en los próximos tres meses. Además, el gobierno planea emitir bonos gubernamentales especiales para fortalecer la capacidad de los bancos comerciales estatales y apoyar el desarrollo de la economía real.
Impulso al sector inmobiliario.
El viceministro de Finanzas, Liao Min, anunció la emisión de bonos especiales para que los gobiernos locales puedan adquirir terrenos con fines urbanísticos, una medida destinada a impulsar el mercado inmobiliario. Esta iniciativa, según Liao, “ayudará a aliviar la presión de deuda y liquidez de los gobiernos locales y las empresas inmobiliarias”.
Pekín también fomentará la compra de propiedades comerciales existentes para convertirlas en viviendas asequibles. Sin embargo, la falta de detalles sobre el monto de estos estímulos fiscales ha generado críticas entre analistas. Zhiwei Zhang, presidente y economista jefe de Pinpoint Asset Management, señaló que el gobierno central tiene la capacidad de emitir más bonos y aumentar el déficit fiscal para ayudar a los gobiernos locales a gestionar su deuda. Heron Lim de Moody’s Analytics agregó que Pekín probablemente “sigue trabajando en los detalles” de estas medidas.
La incertidumbre económica ha afectado negativamente el consumo.
Julian Evans-Pritchard, director de economía china en Capital Economics, subrayó la “notable ausencia” de medidas de ayuda a gran escala para los consumidores en las recientes políticas del gobierno. Además, destacó que la falta de previsiones sobre el déficit presupuestario del próximo año dificulta evaluar el impacto y la duración del estímulo fiscal.
El gobierno chino se ha propuesto un crecimiento del 5% para este año, una cifra que, aunque deseable para muchos países occidentales, se aleja de las tasas de expansión de dos dígitos que solía tener la economía china. Aunque se han implementado medidas de estímulo, como la reducción de tasas y facilidades para la compra de vivienda, los economistas consideran que se requieren acciones más contundentes.
Recientemente, los principales bancos chinos anunciaron que reducirán las tasas de interés de las hipotecas existentes a partir del 25 de octubre, ajustando las tasas de otras hipotecas elegibles a al menos 30 puntos básicos por debajo de la tasa de referencia del banco central, sin necesidad de que los clientes lo soliciten.
Además, el banco central chino aumentó su apoyo a los mercados al liberar miles de millones de dólares en liquidez para facilitar la compra de acciones. Pekín también informó sobre un mecanismo de “swap” de 500,000 millones de yuanes (aproximadamente 70,000 millones de dólares) para promover un “desarrollo saludable y estable del mercado de capitales”.
Fuente: Expansión