Una de las principales promesas de campaña de Javier Milei es dolarizar la economía para abandonar el devaluado peso argentino, demoler el Banco Central y pasar una “motosierra” por el gasto del Estado.
“Cuando hablo de quemar el Banco Central no es una metáfora, lo quiero dinamitar, pero esto es literal. Es decir, hacerlo implosionar y que queden todos los escombros”, ha dicho Milei, cuyo plan es que el país deje de imprimir billetes y que todas las transacciones se hagan en dólares.
Estas acciones podrían poner fin a las dificultades que enfrenta una gran parte de los argentinos, quienes tienen que enfrentar una inflación anual del 115% y un nivel de pobreza cercano al 40%.
Propuestas de Javier Milei.
Milei afirma que es técnicamente posible llevar a cabo la dolarización de la economía argentina. En esta línea, ha comunicado que junto a su equipo de asesores está en las primeras etapas de debatir el diseño de un proyecto de ley que sería presentado al Congreso para la dolarización, en el caso de que asuma la presidencia. Inicialmente, su propuesta consistía en llevar a cabo la dolarización en un período de dos años y medio; sin embargo, más adelante se mostró dispuesto a considerar la posibilidad de ejecutar este plan en un plazo más corto.
La dolarización requiere disponer de reservas en dólares, algo que Argentina carece en la actualidad debido a una marcada disminución de las reservas y una oferta limitada de dólares. Ante esta situación, Milei afirma haber identificado la solución.
Otra de las propuestas controvertidas es el cierre del Banco Central que, según Milei, posibilitaría la entrada en circulación de los dólares que se conservan como reservas internacionales, lo que a su vez aumentaría la disponibilidad de la moneda estadounidense en circulación; y pondrá fin al problema de la inflación.
Para llevar a cabo su plan, Milei pretende impulsar una serie de cambios estructurales como una reforma del Estado, flexibilización del mercado laboral y apertura de la economía, antes de avanzar hacia la dolarización.
El costo social y las dificultades de dolarizar la economía.
Especialistas consideran que es poco probable la dolarización porque el Banco Central no tiene dólares. Sería necesario solicitar préstamos en dólares, pero debido a la elevada carga de deuda del país, es altamente improbable que logre obtener esos préstamos.
Tampoco está asegurado que la dolarización sea un éxito.
“Te estarías sometiendo a la política monetaria de otro país y eso puede llegar a ser perjudicial. Ya nos ha pasado con la convertibilidad. Y también pueden persistir los vicios de un déficit fiscal excesivo o un desequilibrio económico. Dolarizar no es la panacea”, comenta Sebastián Menescaldi, director asociado de la consultora EcoGo.
Claudio Caprarulo, director de la consultora Analytica argumenta que si se lleva a cabo la dolarización el costo social sería muy alto. Para dolarizar, se tendría que devaluar la moneda, aumentaría la inflación en un inicio y generaría la caída de los salarios.
Ante la propuesta de clausurar el Banco Central, Caprarulo opina que esto representa otro de los “enfoques extremos” de Milei. A su juicio, es necesario contar con herramientas para implementar políticas económicas y monetarias, funciones que se realizan a través del Banco Central. Esto se debe a que el Banco Central no solo interviene en relación con el sistema de cambio, sino que también desempeña un papel crucial en la regulación del sistema financiero para prevenir crisis sistémicas y mitigar los impactos de perturbaciones externas que puedan afectar la economía nacional.
La comparativa con el Ecuador.
En América Latina, tres naciones han adoptado el sistema de dolarización: Ecuador, El Salvador y Panamá. Milei ha citado el caso de la dolarización en Ecuador como un ejemplo, describiéndolo como exitoso y argumentando que los ciudadanos ecuatorianos están experimentando una situación “significativamente mejor” en comparación con los argentinos.
Hace más de dos décadas, Ecuador emprendió el proceso de dolarización en un momento en que su economía enfrentaba una crisis de gran magnitud. Esta medida fue concebida como un recurso final para rescatar a una nación que se encontraba en una situación crítica, caracterizada por una hiperinflación que alcanzó el 96% y la devaluación total de su moneda local, el sucre.
Si bien Latinoamérica tiene tres países dolarizados, los contextos fueron muy diferentes.
“Son economías muy pequeñas que están directamente integradas al comercio con Estados Unidos”, explica Caprarulo. Ecuador dolarizó después de haber tenido una crisis muy fuerte, especialmente una crisis bancaria.
“Argentina no está sufriendo una crisis bancaria, los bancos tienen una liquidez en dólar alta como para responder ante los depósitos de los ahorristas”, agrega Caprarulo.
En relación a las consecuencias de esta acción, Ecuador no solucionó sus desafíos de crecimiento ni productividad. La nación ha experimentado numerosos problemas sociales y ha demostrado una notable fragilidad.
Fuente: BBC News.