Donald Trump obtuvo 277 votos electorales frente a los 224 de Kamala Harris, lo que le garantizó su retorno a la Casa Blanca. Tras la victoria del candidato republicano, el dólar se fortaleció, el bitcoin alcanzó un récord de US$75,060 y el S&P 500 subió un 2% en Wall Street.
En un resultado inesperado, Donald Trump regresará a la presidencia de Estados Unidos tras vencer a Kamala Harris en una ajustada y polarizada elección. Con esta victoria, asumirá su segundo mandato como el 47.º presidente el 20 de enero de 2025.
La comunidad latina, que ha mostrado un apoyo menos firme al Partido Demócrata en comparación con elecciones pasadas, desempeñó un rol clave en estos comicios. De los 65 millones de latinos en EE. UU., más de 36 millones pudieron votar, consolidándose como el grupo étnico de mayor crecimiento desde 2020, lo que ha generado un interés particular por su tendencia política. Trump alcanzó los 277 votos electorales, asegurando su victoria con el estado de Wisconsin, y superando el umbral de 270 necesario para ganar, según proyecciones de medios como The New York Times.
Desde su residencia en Mar-a-Lago, el presidente electo de 78 años agradeció el apoyo del país, calificando su victoria como el “mayor movimiento político de todos los tiempos”. Trump prometió una “edad de oro” para Estados Unidos, anunciando que su administración se enfocará en políticas de aranceles, deportaciones masivas y recortes en el gasto público, con una visión de economía más cerrada y una seguridad nacional fortalecida.
La elección cerró una de las campañas más inusuales en la historia reciente, durante la cual Trump enfrentó dos intentos de asesinato y una condena criminal, mientras que la retirada inesperada de Joe Biden dejó a Kamala Harris como su contendiente. Harris enfocó su campaña en temas de derechos civiles y justicia económica, pero no obtuvo el apoyo necesario en estados clave.
La polarización en temas como inmigración, aborto y política exterior reflejó las divisiones en el país. No obstante, Trump supo aprovechar el descontento por la inflación y el costo de vida, factores que, según analistas, fueron decisivos en su triunfo.
Impacto en los mercados.
Con los resultados electorales, Wall Street reaccionó con fuerza: el índice S&P 500 aumentó cerca de un 2%, y el dólar registró su mayor subida frente a las principales divisas desde 2020, impulsado por expectativas de políticas proempresariales. Bitcoin alcanzó un máximo histórico de US$75,060, mientras que los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE. UU. se elevaron, aumentando las tasas de referencia en casi 20 puntos básicos.
Analistas sugieren que este incremento refleja el optimismo de los inversionistas ante una administración que podría repetir muchas de las políticas del primer mandato de Trump. Se proyecta un crecimiento económico y de beneficios empresariales, aunque a un alto costo: el déficit fiscal podría ampliarse y la inflación repuntar, impactando tanto a EE. UU. como a sus principales socios comerciales.
Para quienes invirtieron en el llamado ‘Trump Trade’, este es un momento de reivindicación, según Bloomberg. No obstante, expertos advierten que el aumento en los rendimientos de los bonos indica inquietud por el posible incremento del déficit y la presión inflacionaria. Además, anticipan alta volatilidad en las relaciones exteriores de EE. UU. en los próximos años.
El futuro de Estados Unidos.
Donald Trump ha anunciado su intención de imponer un arancel de entre 10% y 20% a todas las importaciones, y uno del 60% a productos provenientes de China, lo que podría intensificar las tensiones comerciales. Su plan de intervenir en la política de la Reserva Federal y su enfoque de “Estados Unidos primero” representan un claro alejamiento de la cooperación multilateral.
Esta postura genera preocupación en potencias europeas y asiáticas, que temen un aumento en las barreras comerciales y el debilitamiento de tratados bilaterales y multilaterales. Además, su promesa de deportaciones masivas y de reformar el sistema judicial sugiere una administración más restrictiva en cuanto a derechos humanos y justicia social.
Trump asumirá la presidencia con un Congreso dividido: el Senado en manos republicanas, pero con una Cámara de Representantes aún incierta. Esto supone un reto para su agenda, ya que, aunque tiene influencia, su capacidad para legislar dependerá de negociaciones con el Congreso. La posibilidad de un gobierno dividido podría llevar a medidas fiscales menos extremas, aunque Trump ha expresado su intención de implementar reformas radicales.
Fuente: Semana Económica.