Las próximas manifestaciones programadas para la tercera ‘Toma de Lima’, que se llevará a cabo el 19 de julio, se caracterizarán por contar con una estructura más organizada y líderes más destacados en comparación con las protestas ocurridas el último verano. El Comité Nacional Unificado de Lucha lidera la coordinación de movilizaciones mejor organizadas, pero no exentas de disputas. La respuesta del gobierno determinará su alcance.
Futuro cercano de las protestas en Lima y su liderazgo.
En los primeros días, se espera que las manifestaciones no alcancen los niveles máximos registrados a principios de año. Esto se debe al impacto negativo en la situación económica de aquellos que participaron en las protestas hace algunos meses, como comerciantes, asociaciones de mercados, transportistas, entre otros. Las personas que dependen de ingresos diarios están agotadas de las huelgas. Aunque estos grupos tengan menos motivos para movilizarse, la convocatoria podría crecer si recrudece la respuesta del Ejecutivo.
Hoy, las acciones de coordinación de la nueva ‘Toma de Lima’ están encabezadas, en buena parte, por el Comité Nacional Unificado de Lucha (Conulp), que reúne asociaciones de trabajadores y organizaciones sociales, sin una vinculación a algún partido político. Las discrepancias entre los líderes se agudizan en torno a liderazgos adicionales y tradicionales que responden principalmente a la presencia de actores radicales y la incorporación de demandas que no han sido consensuadas.
“Entre los sectores más fuertes está el magisterio, en el que algunos dirigentes son cuestionados por vínculos con el Movadef, y los frentes de defensa. Algunos dirigentes de la Conulp han recibido al abogado de Pedro Castillo en Juliaca y se ha incluido en la plataforma de lucha su restitución. Muchos no están de acuerdo con eso”, revela el periodista puneño, Hugo Supo.
Agenda política y social de los sectores movilizados.
La salida de la presidenta Dina Boluarte y la disolución del Congreso sigue encabezando la agenda política, mientras que la búsqueda de una Asamblea Constituyente ha perdido fuerza. Algunos grupos se han dado cuenta de que este reclamo ha sido utilizado políticamente por bancadas de izquierda.
Además, se está construyendo una plataforma social en torno a esta ‘Toma de Lima’. Distintos sectores exigen bonos educativos, presupuestos de emergencia a causa de la sequía en las zonas del sur, etc. Desde la Asociación de Movimientos Regionales del Perú, Fredy Vracko, indica que sus reclamos giran en torno al aumento del precio de combustible y a la autógrafa observada, que plantea impedir que maquinaria incautada en operaciones de minería ilegal sea destruida. Otro incentivo para movilizarse está relacionado con la reivindicación de sus comunidades. En los lugares donde hubo muertos y heridos, Andahuaylas, Huamanga y Juliaca, las demandas políticas están a un lado y se observan motivaciones de carácter emocional y moral.
En caso de que el gobierno vuelva a mostrar una gestión errática de las protestas ocurridas en enero y febrero, las cuales resultaron en casi 50 personas fallecidas, existe el riesgo de que las manifestaciones se intensifiquen y se sumen nuevos participantes. Las protestas anunciadas para la ‘Toma de Lima’ también serán usadas como una plataforma para el surgimiento de actores con ambiciones electorales, donde aparezcan electores más ideologizados.
De intensificarse las protestas sociales, ¿qué pasará con el dólar?
El malestar social contribuye a la paralización de la actividad económica en el país. Lo que genera es un ambiente negativo para las inversiones, muchos negocios cerrarían por miedo al vandalismo que ocurra en las protestas; además, de que se paralizan otras actividades como el transporte con la toma de carreteras. Este ambiente negativo en la economía peruana generaría un aumento del precio del dólar. Sin embargo, existen otros factores que contribuyan a que el dólar tenga un aumento ligero; además, dependerá del alcance y duración que tengan las protestas sociales.
Fuente: Semana Económica.