El banco central de Estados Unidos ha mantenido la tasa de interés en el rango de 5,25%-5,5%, el nivel más alto en 23 años, debido a la persistente inflación.
A pesar de que el Banco Central Europeo realizó movimientos la semana pasada, la Reserva Federal no tiene prisa. Este miércoles 12 de junio, la autoridad monetaria de Estados Unidos mantuvo los tipos de interés en el esperado rango de 5,25%-5,5%. Este nivel, el más alto en 23 años, se ha mantenido desde julio del año pasado. Los miembros del banco han actualizado sus proyecciones macroeconómicas, indicando una posible reducción de tipos de solo 0,25 puntos hasta fin de año, situándolos en el rango de 5%-5,25%, en contraste con las tres reducciones esperadas en marzo.
Pronósticos sobre el recorte de tasas de interés.
Las previsiones incluyen las opiniones de los miembros del consejo de la Reserva Federal y de los presidentes de los bancos regionales del sistema de la Reserva, tanto de aquellos con derecho a voto en el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) como de los que no lo tienen. Las opiniones varían significativamente: algunos creen que no se necesitará ningún recorte de tipos o solo uno, mientras que otros esperan que sean necesarios dos o más recortes. Cuatro miembros prevén que los tipos se mantendrán en su nivel actual, siete pronostican un recorte de 0,25 puntos y ocho esperan dos recortes de 0,25 puntos. Como es habitual, los autores de cada previsión no se identifican.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha destacado en la rueda de prensa posterior a la reunión que las proyecciones actuales no representan un compromiso firme ni constituyen un plan de acción concreto. El banco central está listo para actuar de manera diferente si las circunstancias lo requieren.
Las proyecciones han cambiado desde las publicadas en marzo, cuando se anticipaban tres recortes de 0,25 puntos antes de fin de año. En aquel momento, se esperaba una reducción de tipos cada trimestre a partir de junio, pero esos planes se descartaron rápidamente debido a los datos de inflación del primer trimestre.
Ahora, la cuestión es cuándo se llevará a cabo la única rebaja de tipos prevista. No hay una respuesta clara. La reunión de julio está descartada, y hay incertidumbre sobre si el recorte podría ocurrir en septiembre, durante la última reunión del verano. El mercado lo considera probable y Powell no lo ha descartado. “No podemos predecir el futuro”, afirmó. Insistió en que las decisiones se tomarán en cada reunión y dependerán de los datos disponibles. Para entonces, se conocerán tres meses adicionales de datos de precios.
Caída de la inflación.
Este miércoles 12 de junio, la Oficina de Estadísticas Laborales, dependiente del Departamento de Trabajo, publicó el índice de precios al consumo de mayo. Los precios se mantuvieron sin cambios ese mes, lo que llevó la inflación interanual a bajar una décima, situándose en el 3,3%. Este dato, provocó una reacción alcista en la Bolsa. Aunque no es el indicador de inflación preferido por la Reserva Federal, el hecho de que la inflación siga por encima del 3% sigue justificando una política monetaria restrictiva. Powell señaló que es un avance en la dirección correcta, pero que por sí solo no genera suficiente confianza para empezar a relajar la política monetaria.
En marzo, los miembros de la Reserva Federal pronosticaron una reducción de los tipos de interés en 0,75 puntos antes de fin de año, desde el nivel actual del 5,25%-5,5% hasta el 4,625% (en la banda del 4,5%-4,75%). Con las nuevas previsiones, los tipos se quedarían en el 5,00%-5,25%. Para 2025, ahora se prevé que los tipos bajen un punto, hasta el 4,00%-4,25%, y en 2026 otro punto más, hasta el 3,00%-3,25%. En resumen, el banco central ha retrasado los recortes de tipos. De las tres rebajas de 0,25 puntos previstas anteriormente para 2024, ahora una se aplaza para 2025 y otra para el año siguiente.
Más allá de los tipos, el resto de las proyecciones presentan un escenario ligeramente menos favorable que el de marzo, pero aún compatible con un aterrizaje suave de la economía. En marzo, los miembros de la Reserva Federal que participan en las proyecciones preveían un crecimiento del PIB del 2,1%, una tasa de paro del 4% y una inflación general del 2,4% y subyacente del 2,6% a final de año. Ahora, la mediana de las previsiones apunta a una inflación dos décimas más altas, aunque el crecimiento se mantiene en el 2,1% y la tasa de paro en el 4% para final de año.
Fuente: El País.