Según Bloomberg, la futura administración de Donald Trump en Estados Unidos consideraría sancionar los productos que transiten por el Puerto de Chancay, gestionado por el consorcio chino-peruano Cosco Shipping Ports, como parte de una estrategia para limitar la expansión de la influencia china en América Latina.
A pocos días de la inauguración del Puerto de Chancay, diseñado para reducir los tiempos de transporte entre América del Sur y Asia y descrito por el presidente chino Xi Jinping como un nuevo corredor marítimo para la “nueva era”, Estados Unidos propuso una medida arancelaria que podría afectar su desarrollo. De acuerdo con Bloomberg, un asesor del presidente electo Donald Trump planteó extender los aranceles del 60% previstos para productos chinos a las mercancías provenientes de cualquier país que utilice este puerto, operado por el consorcio chino-peruano Cosco Shipping Ports.
Declaraciones sobre la imposición de aranceles.
Mauricio Claver-Carone, exdirector sénior del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca para el hemisferio occidental, explicó que esta medida busca combatir el transbordo, una práctica en la que productos fabricados en China son reexportados desde otros países para aprovechar aranceles más bajos.
“Cualquier producto que pase por Chancay o cualquier otro puerto de la región propiedad o bajo control chino debería enfrentarse a un arancel del 60%, como si fuera originario de China”, declaró a Bloomberg.
El asesor añadió que la propuesta no se limita a cuestiones comerciales, sino que también busca desalentar a los países de permitir que China desarrolle y administre infraestructura portuaria en su territorio. “Es un mensaje claro para cualquier nación que colabore con China en proyectos marítimos, incluidos países como México”, señaló Claver-Carone, subrayando el interés de Estados Unidos en frenar la influencia china en la región.
El Puerto de Chancay, inaugurado el jueves 14 de noviembre durante la cumbre APEC 2024, se posiciona como el primer puerto de aguas profundas en el Pacífico sudamericano, capaz de recibir buques de hasta 22,000 TEU. Este puerto promete reducir en al menos 10 días los tiempos de envío hacia China, eliminando la necesidad de escalas en puertos como Manzanillo (México) o Long Beach (EE. UU.).
Aunque el puerto está orientado a fortalecer el comercio entre Sudamérica y Asia, no se tiene certeza de qué porcentaje de su carga estará destinado a Estados Unidos. Sin embargo, durante un evento empresarial, Ren Hongbin, exfuncionario del Ministerio de Comercio de China, insinuó que este puerto también podría facilitar el comercio con Estados Unidos, aunque las tensiones arancelarias actuales generan incertidumbre.
Fuente: Semana Económica.