La oficina estadística ha ajustado a la baja la tasa trimestral anualizada, reduciéndola del 1,6% inicialmente estimado al 1,3%.
En un año electoral, la economía de Estados Unidos ha perdido impulso. Después de un 2023 con un crecimiento sorprendentemente fuerte, la economía se desaceleró en el primer trimestre de este año, registrando un crecimiento trimestral de solo 0,3% (equivalente a un ritmo anualizado de 1,3%), según los datos del jueves 30 de mayo publicados por la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio. Esta revisión a la baja desde el 1,6% inicialmente calculado era esperada por los economistas y refleja una desaceleración significativa respecto a la tasa anualizada del 3,4% del cuarto trimestre de 2024 (0,8% trimestral). Aún se espera una segunda revisión de estos datos.
“El incremento del primer trimestre reflejó principalmente aumentos del gasto de los consumidores y de la inversión en vivienda, que se vieron compensados en parte por un descenso de la inversión en existencias. Las importaciones, que restan en el cálculo del PIB, aumentaron”, ha explicado la Oficina de Análisis Económico.
Implicancia en el año electoral.
La desaceleración económica representa un desafío para el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien está en campaña para su reelección en las elecciones presidenciales de noviembre. Aunque la inflación sigue siendo un problema, Biden apuesta por la creación de empleo y el crecimiento del PIB como sus principales logros económicos para enfrentar el descontento provocado por los altos precios. Sin embargo, la disminución del crecimiento tiene matices, ya que parte de la desaceleración se debe a factores como las existencias y el sector exterior, lo que pone en contexto la gravedad del retroceso económico.
Reserva Federal no tiene previsto recortar tasas de interés.
La Reserva Federal informó el miércoles pasado (29 de mayo) que el crecimiento económico continuó en la primera mitad del segundo trimestre, aunque también observó señales de mayor pesimismo debido a la creciente incertidumbre y los mayores riesgos a la baja.
Los tipos de interés más altos en 23 años están afectando al crecimiento económico. Sin embargo, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha dejado claro que no reducirá los tipos hasta que el banco central tenga mayor confianza en que la inflación está encaminada de manera sostenible hacia el objetivo del 2%.
A pesar de que Powell cree que no habrá nuevas subidas de tipos, el nivel actual se está manteniendo más tiempo del previsto inicialmente y no se sabe cuándo se producirá el primer recorte. Inversores y analistas están atentos a las señales que puedan dar los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal tras la reunión del próximo 12 de junio, donde deben actualizar sus pronósticos sobre la política monetaria. Las previsiones de marzo, que contemplaban tres recortes de 0,25 puntos hasta fin de año, ya no son viables, y los inversores ahora esperan una o como máximo dos rebajas de tipos hasta diciembre.
Fuente: El País.