La economía europea sigue lidiando con una serie de desafíos persistentes que han sido una preocupación constante en el pasado y probablemente lo serán en el futuro. Entre estos desafíos, los expertos de Bank of America identifican la inflación, los precios de las materias primas como el petróleo y las tensiones salariales. ¿Podrían estos factores cuestionar el inicio del ciclo de reducción de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) en junio?
El fantasma de la inflación.
Los expertos opinan sobre los desafíos actuales, y sugieren que la inflación sigue en una trayectoria positiva. “La inflación en el sector de servicios ha permanecido estancada en el 4% interanual durante los últimos cinco meses. Considerando ciertas medidas de impulso, podría incluso argumentarse que está mostrando signos de aceleración”, afirman.
No obstante, añaden: “No estamos completamente de acuerdo, ya que estamos esperando los detalles completos para calcular nuestras medidas estacionales preferidas. Es importante recordar que las cifras de enero y febrero se vieron influidas por tres categorías particulares: restaurantes, seguros y servicios hospitalarios. Esto se debió en gran medida a las decisiones políticas en Alemania”.
Para el mes de marzo, esperaban una leve aceleración anual en la inflación de servicios debido a un cambio en el calendario de Semana Santa. “Por lo tanto, consideramos positivo que la inflación de servicios en marzo de 2024 no haya mostrado diferencias significativas respecto a marzo de 2023, a pesar del cambio en las festividades de Semana Santa. Nuestra convicción de que la inflación subyacente se mantendrá ligeramente por debajo del 2,5% en mayo sigue siendo sólida”.
Con este panorama, mantienen su expectativa de que el BCE realice su primer recorte de 25 puntos básicos en junio de este año, con previsiones de recortes adicionales de 75 puntos básicos en total para 2024 y 125 puntos básicos para 2025, es decir, uno por trimestre en 2024, aumentando a uno por reunión para diciembre.
“Los datos, como una inflación persistentemente por debajo del objetivo, eventualmente obligarán al BCE a acelerar el ciclo de recortes más allá de lo que espera actualmente. Por lo tanto, proyectamos que el BCE alcance el 2% para mediados de 2025. Sin embargo, la reciente evolución de los precios de las materias primas, si continúa, representaría un riesgo para esta aceleración del ciclo de recortes”, afirman.
El precio del petróleo y de las materias primas.
De hecho, uno de los desafíos futuros que se plantean es el aumento de los precios del petróleo y otras materias primas. Según lo planteado, el reciente repunte ha suscitado interrogantes sobre si esto podría afectar el recorte planificado por el BCE en junio y más allá. Sin embargo, expresan dudas al respecto, indicando que esto podría no ser un obstáculo si las pruebas de desinflación interna y la desaceleración de los salarios se intensifican hacia junio, en consonancia con las expectativas del BCE.
En este momento, si la tendencia actual de los precios de las materias primas persistiera, no creen que ponga en peligro el inicio del ciclo de recortes en junio, pero podría obstaculizar una aceleración del ciclo en diciembre. Esto ocurriría si las expectativas de inflación se movieran de manera sostenida. En tal caso, el Consejo de Gobierno del BCE podría preocuparse por la respuesta de las negociaciones salariales a la inflación a corto plazo, lo que proporcionaría una razón para ser cauteloso y reducir la confianza en la trayectoria de la inflación a mediano plazo.
Más importante aún, hasta ahora, aunque los precios del petróleo superan las proyecciones del BCE, otros factores están compensando esta tendencia. Se señala que otros precios de la energía han disminuido en relación con esas previsiones, al igual que los derechos de emisión de carbono. Además, el tipo de cambio nominal efectivo es algo más robusto en la actualidad.
Fuente: Bolsamanía.